jueves, 22 de noviembre de 2012

El venado maldito

Castro Cervantes María Fernanda





El Venado maldito…”            



En cierta ocasión un grupo de amigos salieron de cacería al bosque que compone la sierra norte de Oaxaca, este grupo de cazadores con anterioridad ya se habían adentrado a estos bosques con la finalidad de cazar un venado, sin embargo no había sido posible, ya que únicamente habían obtenido en unas ocasiones jabalíes, conejos u otros animales que se aparecían en su camino, pero no un venado que era el objetivo principal.




Pero en una ocasión tuvieron suerte y la caza fue un venado, pero el venado era muy diferente a otros, este tenía un pelo sedoso, ojos rojos, patas fuertes y llenas de carne, era un venado majestuoso, por lo que todo el grupo estaba muy feliz por el premio.


Ya cayendo la noche uno de los amigos comenzó a sentirse mal, le comentó al resto del grupo que se sentía enfermo, que su cuerpo manifestaba escalofríos y mucho dolor; de momento sus amigos pensaron que pudiera ser la causa las bajas temperaturas del bosque y tan sólo se concretaron a arroparlo y a mantenerle el fuego prendido, sin embargo al transcurrir las horas fue empeorando y el grupo tomo la decisión de regresar al pueblo para que lo atendieran.


Al llegar al pueblo lo llevaron con un anciano curandero que tenían como doctor todo el pueblo, sin embargo fue en vano y el muchacho murió. El anciano entonces vio al venado cazado y este les preguntó que si había sido él el que había matado al venado, afirmándolo sus compañeros, entonces el anciano les comentó que ese venado en realidad era el diablo y quien llegaba a matarlo de igual manera llegaba a morir, sin embargo el diablo revivía en otro venado pero la persona no.


Al ver al venado, sus ojos cambiaron a color negro, su pelo era rasposo y feo y estaba muy flaco, los muchachos no quisieron comerse su carne, y esa misma noche decidieron devolver al venado al bosque; al llegar al bosque lo dejaron cerca de un arroyo y cuando voltearon al otro lado del arroyo había otro venado con los mismos ojos rojos, clavados en ellos, después de unos minutos el venado fue desapareciendo y lo único que se podía ver eran esos ojos rojos en la oscuridad, que no los dejaba de ver y al final una risa tenebrosa y oscura se dejo escuchar.

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